miércoles, 19 de febrero de 2014

¿Competir = Ganar?

Llevo tiempo ya pensando en esta cuestión. Desde que era pequeño y empecé con este deporte del balón naranja, siempre he tenido esta disyuntiva que me hacía una y otra vez. Defenderme de quienes me criticaban mi manera de afrontar la competición.

Aquí debemos trabajar más en exteriorizar más nuestros sentimientos y vigilar en mostrar únicamente el lado positivo de las cosas. ¿Hemos jugado bien? Estupendo. Sigamos así. Sigue aprendiendo. Seguro que ganaremos muchos partidos y disfrutaremos jugando bien. Seguro que al final, tendremos nuestra recompensa.
Yo nunca he dado mucha importancia a los resultados finales mientras competía. Eso si, una vez finalizado el partido, me gustaba ser el que estaba por encima en el marcador.
 Siempre es una satisfacción para uno haber conseguido que tu esfuerzo tenga su recompensa. Ya sea esta por la diversión del haber jugado a tu deporte favorito o por el haber conseguido el objetivo del deporte en sí. Ganar. Muchas veces podremos conseguir los dos objetivos y saldremos encantados con nosotros mismos. Muchas otras, saldremos simplemente contentos aunque no hayamos ganado el partido. Sólo entiendo que cualquier jugador pueda salir triste de un partido. Si este no ha sido capaz de darlo todo y su actuación ha sido gris. En este caso, personalmente me enfadaba conmigo mismo. Intentaba durante toda la semana siguiente visualizar mi actuación, ver los errores cometidos y cuestionarme sobre mi pobre acutación. Pero nunca me acabé enfadando con mis compañeros, mi entrenador o quien me animaba. Nunca acabé un partido sin intentar dar la enhorabuena al equipo ganador. Nunca debería nadie enfadarse por no ganar un partido y menos un entrenador.

En algunas ocasaiones veo entrenadores (con y sin canas) muy enfadados por haber perdido el partido de uno o dos puntos. "¿Pero qué tal han jugado?" , le pregunto yo. "No sé; pero al final no han sido capaces de ganar". Me dice el contrariado entrenador. Estas situaciones también se dan con los jugadores. Jugadores que seguramente hayan visto la frustración de no ganar en sus entrenadores e imiten su comportamiento. Recordemos que los entrenadores somos una especie de espejo donde nuestros chavales se miran continuamente.

¿Hemos jugado mal? Vale. Pues vamos a estudiar qué hemos hecho mal y corregirlo en los entrenamientos. Vamos a ser positivos. Hagamosle ver al jugador dónde puede mejorar. En qué situaciones debería hacer tal o tal cosa para sacar ventaja y hacer que el equipo se aproveche en su juego colectivo.

¿Competir tiene como última consecuencia ganar? Pues después de lo dicho anteriormente, debería decir que no. Que lo bonito es participar, aprender y divertirse. Pero si lo pensamos bien ¿para qué competimos? Para superarnos individual y colectivamente. Para mejorar en el juego día a día. Para demostrarnos que podemos hacerlo. En definitiva, para ganar.

viernes, 5 de julio de 2013

Seguimos aprendiendo

Hace tiempo alguien me dijo que nuestro club iba a ser un gran club porque teníamos una gran cantera. Nuestro barrio era joven y estaba plagado de silletas de bebé. Esas silletas se convertirían en triciclos y los triciclos en bicicletas. A los dueños de esas bicicletas habría que darles alguna alternativa de ocio y el baloncesto era una muy  buena idea para Mendillorri.

Bien. La teoría era perfectamente válida y de hecho, es lo que ha sucedido. Muchos niños se apuntan cada año a las diversas actividades que ofrecemos en el barrio. Pero ¿a qué se refería con "un gran club"? ¿Un club con muchas fichas? ¿Un club con muchos trofeos?
La primera idea fue que ya que eramos un club pequeño de barrio, no debíamos tener grandes pretensiones. De hecho, es fue nuestra máxima desde entonces. Ser un club de barrio donde nuestra única pretensión sería que todos los chicos y chicas del barrio pudieran practicar el baloncesto sin salir del mismo. Y creo que lo hemos conseguido. Como decía mi abuela: "Hijo mío, no te salgas nunca del camino. No vaya a ser que descubras nuevas rutas".
No es que no queramos descubrir nuevos mundos, nuevas experiencias, pero lo que no queremos es olvidarnos de esa máxima. Que nacimos como club de barrio y como tal seguiremos. Las "grandes experiencias" las dejamos para otros más aventureros. 

Lo que no teníamos tan claro en un principio era hasta cuándo ibamos a poder aguantar. ¿Seríamos capaces de saber gestionar a más de 40 o 50 chavales? ¿Hasta qué edad podríamos ofrecer la actividad? ¿De dónde ibamos a sacar entrenadores para la avalancha de chavales que se nos venía encima? La verdad es que algo de vertigo sí que nos entró. Pero poco a poco fuimos creciendo y aprendiendo a hacer las cosas.

A lo largo de estos años hemos aprendido que las soluciones llegan conforme los problemas van surgiendo. 
Nuestro principal problema era la formación. No teníamos cantera en categorías superiores que pudieran seguir formando a los más pequeños. Pero la solución surgió nuevamente del propio barrio. Los chavales y chavalas (sobre todo chavalas) mayores que en su día tuvieron que "emigrar" a otros clubs, ahora tenían la posibilidad de entrenar en su propio barrio y ellos mismos se fueron ofreciendo. Esto, añadido a que también se nos ofrecen entrenadores amigos de entrenadores del club, hace que el problema de la formación, cada año se vaya solventando casi solo. 

No nos tenemos que olvidar de nuestros nuevos amigos de Egüés. Nos han ayudado mucho desde que nos conocemos y siempre han estado ahí cuando les hemos pedido gente para entrenar a nuestros equipos.

Y por último, en esto de los entrenadores, siempre seguimos queriendo echar mano de los padres y madres del barrio. Es otro de nuestros grandes pilares. Siempre seguiremos necesitando, sobre todo para la escuela de baloncesto, de padres y madres que estén ahí y que a la vez que les van introduciendo a nuestros hijos en esto del baloncesto, les eduquen en valores que les servirá tanto para la práctica del deporte como de la vida misma. Quién mejor que nuestros padres para esta labor.
Hay más asuntos en los que vamos aprendiendo con el paso del tiempo y la experiencia, poca pero intensa, que vamos adquiriendo. El uso de las instalaciones deportivas del barrio, la financiación, equipaciones, colaboración con otros clubs...
Pero de todo esto hablaremos en otro capítulo de la "Vida y Milagros del CBMST".


viernes, 3 de mayo de 2013

Peleas internas

Todo grupo de amigos tiene sus días buenos, sus días malos y otros peores. Pero casi siempre se acaban solucionando. Unas veces porque se habla, otras porque se deja pasar el tiempo y otras porque alguien del grupo,  generalmente alguien con peso, decide que el problema ya no es problema y punto.

Pero estas cosas pasan en los grupos de amigos. ¿Y qué hay que los grupos de trabajo? ¿Y de los grupos de estudio? ¿Y de los deportivos? Pues más o menos lo mismo, pero con soluciones diferentes y más o menos dolorosas. En estos grupos lo que manda es el grupo en si y no las personas que lo integren. Si para que el grupo siga adelante se tiene que prescindir de un elemento, se prescindirá y punto.
Esas decisiones las suele tomar también un lider o responsable, sin olvidarse que el grupo lo forman elementos y que sin esos elementos, se rompe el grupo.

El problema es cuando se mezclan esos grupos y un grupo de amigos se convierte en uno de trabajo y viceversa. Y en nuestro ámbito, suele ser lo primero. Los amigos y amigas se juntan a jugar a baloncesto, luego se animan a entrenar en nuestro club, más tarde compiten juntos contra otros equipos organizados y acaban fortaleciendo ese grupo de amigos que ahora lo son también de jugadores de baloncesto.

O no.

Los amigos lo son porque tienen afinidades comunes y se sienten identificados los unos con los otros. Los amigos lo son porque entre esas personas con afinidades comunes, surge algo que llamamos respeto por el otro. ¿Por qué? Pues seguramente porque vemos que la otra persona nos respeta también a nosotros por quien somos o por lo que hacemos. Ahí está la clave. El respeto. Un grupo lo forman personas que sienten afinidad por algo en común y que por encima de todas las cosas, se respetan. El día que ese respeto deja de existir, dejará de existir la amistad y en el caso de estos grupos deportivos de amigos, el grupo.

Nuestra labor, también está en manejar esas dificultades y saber cuidar y hacer que el grupo se cuide para que no se rompa por esa falta de amistad entre algunos de sus componentes. Esto es un grupo deportivo donde la amistad está muy bien y como hemos dicho, debemos cuidarla, pero ante todo es un grupo de trabajo. Mis discrepancias con uno u otro elemento del grupo deben quedarse fuera de la pista y solucionarlas, si es posible, en la puerta de polideportivo.

Los padres, entrenadores y responsables de club debemos estar siempre ahí para echar una mano en estos posibles conflictos, pero a una cierta distancia. Lo mejor es que quien genera el problema, lo solucione por sus propios medios. 

sábado, 23 de julio de 2011

Tocata y fuga

Es curioso cómo los padres y madres nos comportamos de una manera tan protectora y a la vez tan egoista, con nuestros hijos.
Es curioso tambien, ver cómo los padres y madres estamos tan ofuscados buscando lo mejor para los nuestros, que no somos capaces de ver más allá de nuestras narices.


En nuestro pequeño club, tenemos una frase que define muchas cosas en las que creemos. "Queremos que todos los niños y niñas del barrio que quieran, puedan practicar baloncesto con sus amigos".


Hay chavales que no es que juegen a baloncesto porque crean que es el deporte de su vida. Algunos están en el equipo de su barrio porque su amigo Aitor también juega y así está más tiempo con el. Nada más.

Otros se metieron porque sus padres les insinuaron en su día que podría ser bueno para ellos. También algunos lo hicieron porque les gustaba las cosas que hacían en los entrenamientos los de su clase y él o ella también querían probarlo.
El tiempo luego pone a cada uno en su sitio o, como me gusta decirlo a mí, cada uno se busca su sitio con el tiempo.

Alguno aprenden rápido y llegan a ser buenos jugadores. Otros, sin embargo, aunque se esfuerzan, no llegan a ser tan buenos, pero pasan los años y el deporte este de la canasta les gusta y lo pasan bien con los amigos o amigas que han hecho. Que, creo yo, es de lo que se trata.
Bueno, y también hay un 1% de ellos que acaban siendo realmente buenos y quieren que su futuro pase por el baloncesto.


Pero esta mágia necesita de algo para que se mantenga. Y ese algo es, dejar a los padres lejos de las decisiones de "futuro" de sus hijos.
En cuanto a un padre o una madre se le enciende la luz de pensar por el futuro de sus hijos... ¡La jodimos! Primero porque casi nunca acierta y segundo porque casi nunca cuenta con ellos. Sólo pensamos en lo bien que va a venir hacer esto o lo otro. Lo bueno que será si juega con tal o cual equipo. Y lo bueno que es el club del pueblo de al lado o lo bien que está gestionado tal otro.
¿Y por qué no se preguntan cuál fue la razón para que empezara a jugar a baloncesto en su barrio? ¿O por qué nuestro hijo o nuestra hija van tan contentos a baloncesto todos los miércoles y viernes? ¿Sabemos cúal es la razón de que nunca protesten los sábados cuando les pedimos levantarse tan pronto para ir a jugar los partidos?
Quizás nos llevemos alguna sorpresa cuando nos demos cuenta de que todo eso lo hacen porque van a jugar con quien quieren, cuando quieren y con quien quieren.

Nuestro club no es un club con pretensiones de grandeza. No perseguimos ser los mejores, ni los más grandes, ni los más guapos. Pero pretendemos seguir existiendo mientras haya niños y niñas en el barrio que quieran jugar a este deporte que nos encanta.

Padres y madres. Mirad más acá de vuestras narices y hacerles el favor a vuestros hijos de dejarles en paz.

domingo, 7 de noviembre de 2010

¿Sabe alguien cómo contentar a todo el mundo cuando se intenta contentar a todo el mundo?


Este año en el club hemos hecho algunos cambios importantes. El más importante, por lo que a la identidad del propio club se refiere, es el cambio de nombre. Hemos decidido que no tenía mucho sentido llamarnos "Castillomendi" y dado que nos dedicamos al baloncesto en exclusiva, aprobamos por mayoría denominarnos "Club Baloncesto Mendillorri Saskibaloi Taldea". Y como este es un nombre un poco largo, nuestro anagrama será "Mendillorri". Sin más.
También tenemos logo. Antes, por no tener no teníamos ni eso.

Bien. A todo el mundo le han parecido bien estas decisiones. Las hemos hecho, como se puede suponer, para mejorar la imagen y el futuro de nuestra actividad de baloncesto en nuestro querido barrio y nadie ha puesto pegas. Al contrario, nos han apoyado en estos cambios. El logo fue propuesto junto con otros en nuestra web y la gente pudo votarlos. Vamos, que es más o menos un logo elegido democráticamente. :-)

También han habido otros cambios organizativos con los equipos. Hemos aumentado nuestra plantilla un poco. Como algunos ya sabréis, las chicas del 98 y los chicos del 99 nos dejaron, pero se han inscrito muchos chicos y chicas del 2003, 2002, 2001 e incluso unas amigas del 2000. Vamos, que entre altas y bajas, seguimos con unos 100 chicos y chicas. No es mal número. ¿no?

Entre esos cambios organizativos hemos decidido separar a las 22 chicas del 99 en dos grupos. Resultaba imposible competir con 22 chicas en un grupo. Además de que la federación de baloncesto no lo permite, pedagógicamente hablando es negativo.
Dividiendo en dos grupos, conseguimos que jueguen más minutos y por tanto aprendan y disfruten mucho más.
El problema era encontrar entrenador para ese nuevo grupo, pero nuestro presi se ofreció muy amablemente.



Ahora bien, ¿cómo dividimos los grupos? ¿Sabe alguien cómo contentar a todo el mundo cuando se intenta contentar a todo el mundo?
Se hicieron muchas combinaciones tomando diferentes criterios como la calidad, la amistad, etc.
Después de mucho pensar y preguntar por aquí y por allí, dijimos: "No separemos a las amigas, pero haciendo equipos compensados que no equilibrados". Al final salieron dos equipos bastante compensados a nuestro parecer, pero por lo visto algunos padres y madres no lo veían bien. Se llegó incluso a decir que era mejor que una niña jugara en un equipo "bueno" aunque no jugara con sus amigas de siempre.
Todos sabemos que los chicos a estas edades tienen una idea de lo que es más o menos justo. Pero ahí deberíamos entrar los padres explicándoles porqué se toman ciertas decisiones y apoyando a quienes les intentan ofrecer una actividad distinta del fútbol en su barrio.
Otros decían que habíamos hecho esa separación con un equipo "mejor" porque éramos muy "competitivos". ¿Competitivos? ¿Qué es la competitividad? En el siguiente enlace se habla de la competitividad en los niños... y padres. Es muy interesante.

Este vídeo es también muy ilustrativo.

Me gustaría pensar que todos los padres quieren lo mejor para sus hijos e hijas, pero también me gustaría pensar que todos sabemos que lo mejor para nuestros hijos e hijas no siempre es lo que nuestros hijos e hijas quieren.

sábado, 3 de octubre de 2009

Temporada nueva, vida nueva

Ya está todo preparado. La temporada está apunto de comenzar y nuestro "nuevo" club echa a rodar por las reviradas carreteras del baloncesto. ¿He dicho nuevo? Bueno; aunque ya llevamos tres añitos en esto (otro día escribiré sobre nuestros duros inicios). Este año, creo que es el del destape.

Esta temporada hemos hecho algunos cambios, esperemos que para bien. Como todo cambio, han habido sus tensiones, sus contrasentidos, momentos de lucidez y momentos de tontuna, pero qué sería de nosotros sin estos raticos. Al final, todos contentos (o eso espero).

La idea era juntar definitivamente los dos embriones nacidos por separado, cada uno en una fase de nuestro barrio y así complementarnos y tener más opciones a la hora de buscar salida a todo el que quiera practicar este deporte que nos encanta.

Así que desde este año compartiremos polideportivo. Por ahí abajo pasaban mucho frío en invierno y no es cuestión de que a estas alturas prevalezcan los favoritismos, sólo por el lugar donde vives. Al principio tendremos que acostumbrarnos a apretarnos un poco, pero más vale juntos que pájaro en mano (¿o no era así?).

Y qué más, qué más. Ah si. Tenemos junta directiva y tó. Tres padres voluntariosos y con ganas de echar un cable o una soga, según se tercie, se han ofrecido a ser los representantes "legales" de nuestro grupo de amigos y amigas mendillotarras de este deporte cada vez menos minoritario en nuestro barrio, llamado baloncesto. Ellos se harán cargo de las cuentas, las relaciones con el resto de padres, contactos con la federación y, en caso de que alguién tenga que ir a la cárcel... jeje

También hemos hecho cambios en la composición de los equipos. Así que ahora tenemos:
  • 2 equipos "mini". Uno masculino y otro femenino, que se han reforzado con chicos y chicas del 99.
  • 2 equipos "pre-mini". Uno masculino y otro femenino.
  • 1 equipo "benjamin". Jugará 3x3 los miércoles.
Además se ha creado la escuela de baloncesto donde los niños y niñas de 1º, 2º, 3º y 4º darán sus primeros pasitos.

En total somos... un montón de gente que formeremos este 2009-2010 un grupo bien avenido. Seguro.

¡AUPA MENDILLORRI!