viernes, 3 de mayo de 2013

Peleas internas

Todo grupo de amigos tiene sus días buenos, sus días malos y otros peores. Pero casi siempre se acaban solucionando. Unas veces porque se habla, otras porque se deja pasar el tiempo y otras porque alguien del grupo,  generalmente alguien con peso, decide que el problema ya no es problema y punto.

Pero estas cosas pasan en los grupos de amigos. ¿Y qué hay que los grupos de trabajo? ¿Y de los grupos de estudio? ¿Y de los deportivos? Pues más o menos lo mismo, pero con soluciones diferentes y más o menos dolorosas. En estos grupos lo que manda es el grupo en si y no las personas que lo integren. Si para que el grupo siga adelante se tiene que prescindir de un elemento, se prescindirá y punto.
Esas decisiones las suele tomar también un lider o responsable, sin olvidarse que el grupo lo forman elementos y que sin esos elementos, se rompe el grupo.

El problema es cuando se mezclan esos grupos y un grupo de amigos se convierte en uno de trabajo y viceversa. Y en nuestro ámbito, suele ser lo primero. Los amigos y amigas se juntan a jugar a baloncesto, luego se animan a entrenar en nuestro club, más tarde compiten juntos contra otros equipos organizados y acaban fortaleciendo ese grupo de amigos que ahora lo son también de jugadores de baloncesto.

O no.

Los amigos lo son porque tienen afinidades comunes y se sienten identificados los unos con los otros. Los amigos lo son porque entre esas personas con afinidades comunes, surge algo que llamamos respeto por el otro. ¿Por qué? Pues seguramente porque vemos que la otra persona nos respeta también a nosotros por quien somos o por lo que hacemos. Ahí está la clave. El respeto. Un grupo lo forman personas que sienten afinidad por algo en común y que por encima de todas las cosas, se respetan. El día que ese respeto deja de existir, dejará de existir la amistad y en el caso de estos grupos deportivos de amigos, el grupo.

Nuestra labor, también está en manejar esas dificultades y saber cuidar y hacer que el grupo se cuide para que no se rompa por esa falta de amistad entre algunos de sus componentes. Esto es un grupo deportivo donde la amistad está muy bien y como hemos dicho, debemos cuidarla, pero ante todo es un grupo de trabajo. Mis discrepancias con uno u otro elemento del grupo deben quedarse fuera de la pista y solucionarlas, si es posible, en la puerta de polideportivo.

Los padres, entrenadores y responsables de club debemos estar siempre ahí para echar una mano en estos posibles conflictos, pero a una cierta distancia. Lo mejor es que quien genera el problema, lo solucione por sus propios medios. 

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